¿Esquema de Ponzi?
Al ver la necesidad de emprender como alternativa al desempleo, a la falta de oportunidades y a la desigualdad social debido a los gobiernos de nuestro “tercer mundo”, emergen personas que hacen lo que sea por el sueño de la libertad financiera, por la ilusión de ser independiente y mantener económicamente sus estilos de vida.
Ante dicha necesidad también se forman lo que yo llamo “los falsos gurús del emprendimiento” y no son más que estas organizaciones que se dedican a formar modelos de negocios disfrazados e inspirados en el esquema “Ponzi”. Permítame le cuento primero quién fue Carlo Ponzi.
Fue un Italiano que emigró a EEUU en 1903, creador del esquema piramidal donde resultó culpable y preso por estafa el 1 de noviembre de 1920, estafó a miles de personas en EEUU bajo esta modalidad, donde alcanzó a recaudar más de $420.000 USD en 1920, algo así como $5.400 USD hoy en día, un poco más…
El sistema consiste en conseguir “inversionistas” a quienes se les promete una rentabilidad altísima, entre el 50 y 100% a 45 o a 90 días respectivamente por dejar el dinero “invertido” (normalmente no se especifica la actividad ni la operación) y a medida que hayan nuevos inversionistas, con el dinero de estas nuevas personas se paga la rentabilidad prometida a los primeros, en ese sentido, se paga la rentabilidad prometida a los primeros inversionistas con el dinero de los nuevos, y así se mantiene siempre y cuando hayan más y nuevos inversionistas.
En el momento en que dejan de entrar a la pirámide nuevos inversionistas se revienta el sistema y pierden los últimos inversionistas. De esta manera Carlo Ponzi engañó a miles de norteamericanos, no obstante hoy en día aún se utiliza y las personas siguen cayendo.
“los falsos gurús del emprendimiento”
Como decía anteriormente con la ilusión de multiplicar fácilmente el dinero por estos falsos gurús, y con la inmediatez que invade la mente de una persona que no conoce esta trampa, se sigue engañando, y la razón por la cual decidí escribir sobre este tema es para que por lo menos quien lo lea no caiga y no pierda su dinero. Al contrario, al analizar que las cosas fáciles no se dan (o por lo menos no es lo común), las cosas con inmediatez no se dan, hay que trabajar por los sueños, por los objetivos y nuestra cabeza debe estar enfocada precisamente en crear el plan para llevar a cabo el resultado de esos sueños.
El esfuerzo que se involucra en los proyectos propios sobre todo cuando estos mismos van ligados a nuestras pasiones y a nuestros gustos, terminan convirtiéndose en grandes resultados, en grandes negocios y empresas, en grandes proyectos. Esto se logra creyendo en uno mismo, dándose la confianza para tomar la iniciativa y la constancia para lograr la disciplina pertinente, el hábito.
Si invertimos la energía en nuestros propios proyectos y sueños, se llena de contenido nuestras vidas, no hay espacio para criticar al otro, pues no hay tiempo para ello, estamos trabajando en nosotros mismos, construyendo nuestro crecimiento personal y desarrollando nuestros proyectos de vida.
¿Qué puede ser más gratificante que ver el éxito a través del esfuerzo por conseguir las cosas? Lo fácil, fácil se va sencillamente porque no hay pasión detrás de eso, es efímero, no tiene un sentido, no tiene pies ni cabeza, es vacío y solo te deja desasosiego, culpa y vergüenza.
El mensaje es creer en la impetu que tenemos dentro, romper los esquemas y trabajar por ello cual obsesión.
El emprendimiento es la nueva cara de la economía mundial, la economía cooperativa (aquí le dejo más información) y no creer en los “falsos gurús” de las malteadas, los tés o los diversos productos sobre evaluados que terminan por desgastar y arruinar los anhelos de los que se atreven a soñar la libertad financiera pero que ignoran que es un camino duro que vale la pena.
Santiago Rodríguez